2.28.2013

Bitácora del miércoles 27 de febrero.

Recordé la importancia del queso que en esta ciudad llaman quesillo.
Asistí a una exposición de comales de barro.
Saludé a dos buenos amigos.
Comí nopal asado.
Compré una bicicleta.
Fue un gran día.

2.27.2013

Bitácora del martes 26 de febrero.

Gasté la suela de mis Converse negros mugrosos recorriendo las calles de la legendaria colonia Cuauhtémoc de la Ciudad de México, cazando letreros sobre renta de departamentos. Hice llamadas desde mi nuevo, y flamante, Nokia de lamparita, color azul.
Visité cuatro departamentos pero ninguno cumplió con las expectativas.
Bebí un espresso macchiato y un té de durazno en un café de Paseo de la Reforma. Es un lugar digno de aficionarse, buenas bebidas, buena vista y es visitado por muchas personas extranjeras.
Por la noche asistí a la presentación de la edición 118 de la revista de fotografía Cuartoscuro. Los fotógrafos mexicanos Javier Manzano y Narciso Contreras hablaron sobre su experiencia en Siria, tierra que se encuentra sumida en una sangrienta guerra desde hace dos años y no hay señales de que pronto terminará.
Me di cuenta de que en muchos de los lugares a los que asisto ya es común encontrar caras conocidas.

2.25.2013

Bitácora del lunes.

24 horas en la Ciudad de México. Después de un domingo de cruda, desperté con el entusiasmo de la sobriedad total y el sabor de un café Passmar hecho con la itinerante Aeropress. Cumplí mi eterno antojo de un tlacoyo de requesón bañado con nopales, queso y salsa verde, elaborado con maestría por una mujer frente a la Alameda Central.
La Feria del Libro del Palacio de Minería es un laberinto de editoriales y auditorios semiocultos. La literatura es tan torrencial que es difícil pescar el interés por una presa impresa.
Las fuerzas armadas del país tienen ocupado el Zócalo capitalino, pero a diferencia de las situaciones históricas en esta ocasión es para una exposición bélica de armas, tanques, helicópteros y hasta los botiquines de emergencia.
Las calles del Histórico llenas de personajes que le dan vida a la capital de los contrastes.
Caminé kilómetros para encontrar un café con un asiento vacío y culminé el lunes en un departamento sin electricidad.
Me preparo para las historias sin precedente.