5.25.2013

Preguntas aleatorias sobre el sistema social, económico y político.

¿Por qué la Policía nunca golpea o abusa de los ricos?
¿Cuánta explotación humana hay detrás de las verduras que comen los vegetarianos?
¿Por qué los políticos ven a los indígenas como si fueran niños retrasados mentales?
¿Por qué los ecologistas usan teléfonos y computadoras cuya fabricación es muy contaminante?
¿Por qué no hay políticos pobres?
¿Por qué muchos activistas por los derechos humanos llegan a su casa a golpear a su pareja?
¿Por qué legitimamos el sistema político votando por los mismos cada tres años?
¿Por qué hombres que abogan por la equidad de género no lavan un plato?
¿Por qué hay homosexuales racistas?
¿Por qué no nos indigna que los políticos vivan como reyes?
¿Por qué la gente que se queja de su infelicidad no hace el mínimo esfuerzo por cambiar su circunstancia?
¿Por qué los pobres no paran de abusar de sus familias?
¿Por qué solucionamos el mundo en el café o la cantina y no ayudamos a los desconocidos?

La respuesta para las preguntas anteriores: la condición humana.

5.23.2013

Apuntes sobre lo que como.


No acostumbro cocinar, no es que me parezca una actitud detestable pero como hombre soltero que pasa la mayor parte del tiempo en la soledad, no representa reto, ni satisfacción ni ahorro económico.

Me gusta comer en la calle, en puestecitos o lugares. Después de un tiempo de degustar la gastronomía callejera, van algunas notas (no necesariamente recomendaciones sobre comida en el exterior de la casa y oficina).

Fondas y mercados
Son definitivamente la mejor opción para comer en la Ciudad de México. Una comida completa por menos de 70 pesos, arroz, consomé, plato fuerte y muchas veces postre. En la mayoría venden cervezas a precios irrisorios para acompañar los alimentos. Precio: 50-70 pesos.

Tacos de canasta
Los más buenos son los que venden en una canasta sobre una bicicleta. Son parte del delicioso folclor gastronómico de la ciudad y siempre llama la atención su enorme frasco o cubeta con salsa verde. Precio: 4-5 pesos.

Quesadillas
No abordaré la eterna discusión sobre las quesadillas sin queso del DF, pero sí mencionaré que por su variedad siempre funcionan como una comida completa.Precio: 12-14 pesos.

Tlacoyos
Una señora en una esquina con un comal haciendo tlacoyos, garantía de buen sabor.Son baratísimos y con uno o dos basta a la hora de comer. Precio: 10 pesos

Tortas
No se pude caminar más de tres cuadras sin toparse con un puesto de tortas, con su particular forma (taqueros y torteros tienen instalaciones distintas). Mi favorita es la Suiza: queso blanco con quesillo (queso Oaxaca) y queso amarillo, con mucho aguacate, tomate y cebolla. Precio promedio: 35 pesos.

Esquites
Conocidos en mi tierra (Sonora) como coctel de elote, los esquites chilangos son superiores a los norteños por un elemento clave: le ponen mayonesa. Precio: 15 pesos.

Y todo lo anterior es delicioso aún sin comer animales terrestres.

5.22.2013

Notas sobre volver a escribir más allá de una línea.

Poco a poco estoy recuperando la habilidad de escribir. Sufro de un mal contemporáneo: la excesiva síntesis fomentada por el microblogging.

En mi trabajo actual me pagan por escribir. Soy como uno de esos changuitos en máquinas de escribir que trabajan para el Sr. Burns (en aquel famoso episodio de "Plan dental. Lisa necesita frenos"). Escribo alrededor de veinte textos diarios de entre 800 y 1,600 caracteres.

Dicha actividad laboral me ha ayudado a engrasar los engranes que convierten pensamientos en palabras escritas.

El cerebro se atrofia pero también se repara. Es una mezcla de dejar de filtrar cada pensamiento, re-evaluar lo que es la capacidad de síntesis, pocas horas de sueño y mucho café.

Incluso, cada vez menos me llama la atención escribir estupideces cortitas, me está renaciendo el amor por las estupideces de más de 1,000 caracteres y aprovechar los ratos libres para teclear sin rumbo hasta llegar a algún lado.

Escribir corrido, editar después es una técnica que ayuda. Evitar darle tanto juego a la individualidad de cada palabra como si fuera una fruta solitaria y pensar más en un platillo compuesto por muchos sabores.

5.21.2013

Notas sobre los falsos trastornos del sueño.

"Tengo insomnio", escribe alguien en Twitter a las tres de la mañana.  Obviamente es difícil concebir el sueño cuando tu cerebro sigue aferrado a estar frente a una pantalla leyendo sandeces y escribiendo mentiras como la del insomnio.

Las generaciones anteriores acostumbran dormir con la televisión prendida, lo cual requería la mínima atención.  Hoy los medios al ser interactivos mantienen al cerebro en vigilia y el sueño tarda más en llegar. Pero no es insomnio, es una negativa a dormir.

¿Qué hacer para dormir? Lo aconsejable es apagar todo, luces y aparatos. Pero esa solución podría llevarnos a una situación indeseable: estar solos con nuestros pensamientos.

Es en esos momentos cuando nos escuchamos a nosotros mismos, actividad que las pantallas nos ayudan a evitar. Es probable que no nos gusten nuestros pensamientos y tendríamos que escucharlos y moldearlos para que nos dejen dormir. Por eso encendemos de nuevo las pantallas.

Otra solución para dormir pronto es tocarse impuramente. Esa ayuda, y más cuando se hace con la imaginación y no frente a una pantalla.

Notas sobre la rutina

Rutina. (Del fr. routine, de route, ruta).
1. f. Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas.
2. f. Inform. Secuencia invariable de instrucciones que forma parte de un programa y se puede utilizar repetidamente.

Todos tenemos rutinas, son inevitables.

Despertar a una hora, bañarse, tomar café, transportarse al trabajo, trabajar, comer, trabajar, transportarse, realizar actividades de esparcimiento, dormir.

A simple vista y generalizando, todos los días de rutina son iguales, pero cada elemento tiene sus detalles que hacen que cada situación sea distinta.

Todos los días vemos gente en la calle, pero difícilmente es la misma cada vez. El clima y los colores del ambiente. La señora que se cae, el gato que cruza la calle. La ciudad es un escenario repetitivo pero que de vez en cuando sacude sus piezas.

Luego está el caos rompiente. La lluvia, el metro descompuesto o una huelga nos convierten en hormigas cuando se tapa su hormiguero. Sólo hace falta un elemento rompiente para que las rutinas cambien.

Y no a todo mundo le gusta eso. Es común ver miradas asustadas o gestos de enojo cuando por cualquier motivo a las personas se les mueven sus rutinas. Como si no desearan el mínimo cambio en sus vidas. Las cosas son así y no deben cambiar, tal vez piensan.

Dentro de un rato comenzaré mi rutina diaria. Espero que algo tape el hormiguero.

5.19.2013

Notas sobre la antropología oficial

Visitando el Museo Nacional de Antropología, recorriendo las piezas que nos sirven para armar una historia sobre el pasado prehispánico, escucho a una mujer que guía a un grupo de turistas, nacionales  y extranjeros, en los primeros dos minutos dice dos mentiras o mitos.

Cuando habla sobre los códices le dice a su grupo que no se exhiben los originales porque "los originales se maltratarían". Jamás menciona que los códices no están ahí porque están en Europa. Luego, hablar sobre la Piedra del Sol, dice que contiene una predicción sobre la destrucción de la tierra de los aztecas,  menciona los constantes sismos de la Ciudad de México y la reciente actividad del volcán Popocatépetl. Haciendo alusión a una posible pronta catástrofe predicha por los mexicas.

Cada quien es libre de inventar cuentos, pero la mujer es empleada del Museo, por lo tanto del INAH. Por lo que es alarmante la desinformación que se da a quienes visitan el Nacional de Antropología.

El suceso me llevó a reflexionar sobre la invención de la historia. Con base en objetos suponemos qué es lo que ocurrió. Al final son supuestos que nos llevan a creer algo.

La historia oficial de México tomó su forma actual durante las primeras siete décadas del PRI en el gobierno. Allí se estableció quiénes eran los villanos y los héroes. Qué motivaba a las tribus prehispánicas a sus actos.

Según la antropología oficial, todo acto de las personas antes de la llegada de los españoles tenía tintes metafísicos. Si hacían un anafre con una mujer dibujada, era venerar a una deidad que representaba la vida. Si hacían una escultura de un jaguar era porque lo consideraban un Dios.

Esos supuestos atentan contra la diversión de la condición humana. Tal vez quien hizo el anafre estaba aburrido, quien a hizo la escultura del felino sólo le gustaban los gatos.

En el Museo Nacional de Antropología hay un enorme falo de piedra, la explicación antropológica es que había una adoración fálica relacionada con la fertilidad y los dioses. Yo creo que a alguien, hace veinte siglos, le regalaron una reata gigante para hacerle una broma, y hoy está en un museo.